Nombre proyecto: Urbanización Agua Dulce

Superficie Jardín: 10 hectáreas

Año Construcción: 2017

Ubicación: Huentelauquén, Región de Coquimbo, Chile

 

Este proyecto busca potenciar y proteger un ecosistema que se conserva prácticamente intacto en el Norte Chico de Chile, zona privilegiada de la costa chilena, la cual cuenta con una magnífica situación geográfica: una extensa playa, dunas, y una maravillosa vista a los cordones verdes de los cerros de la cordillera de la costa. Con un clima de temperaturas medias casi todo el año y escasas lluvias.

La primera vez que visité el lugar, pude reconocer los lenguajes ondulantes de las dunas y de los cauces del agua, el lenguaje quebrado de las rocas, y la presencia de la vegetación autóctona. Con estos elementos empecé a proyectar, respetando toda la vegetación existente, introduciendo vegetación nativa, y organizando riego para fortalecer su desarrollo.

 

El proyecto comprende una extensa urbanización destinada a vivienda, con 10 hectáreas de paisajismo, en un sitio que conserva una vegetación nativa prácticamente intocada –especialmente en las quebradas– donde se pueden encontrar casi todas las especies que crecen en esta región.

Comprende un parque principal, el “Parque del Encuentro”, cuyo trazado, senderos y elementos de mobiliario están inspirados en la geometría de un estero preexistente que fue encauzado para proteger la urbanización y controlar los fuertes torrentes invernales. Las huellas naturales de las aguas lluvias fueron convertidas en caminos y senderos peatonales, respetando y reforzando los meandros de vegetación existente, y creando zonas de estar, un lugar de juegos y otros espacios de recreo.

Otro parque, el “Parque Lineal” está sobre una planicie donde casualmente se produjo una inundación el último invierno y el agua de lluvia circuló libremente sobre la superficie. Esto me inspiró para trabajar con el mismo lenguaje, creando curvas que siguen el curso del agua y una quebrada artificial que conduce el paseo hasta el mar.

En ambos parques se incluyen muros y mobiliario construidos con piedra del lugar, y elementos que evocan la quebrada y sus escorrentías, como las bancas que simulan los troncos y las ramas que arrastra el torrente tras las grandes lluvias.

Y otro lugar, “Plaza de las Rocas”, una costanera inspirada en el lenguaje anguloso de las rocas costeras, con un sendero de madera, que bordea la costa y avanza sobre los roqueríos para permitir un paseo peatonal desde la caleta, cruzando la playa, hasta la zona del hotel, cabañas y mirador.