Nombre proyecto: Parque Lagunas San Nicolás

Superficie Jardín: 30 ha

Año Construcción: 2004

Ubicación: Montevideo, Uruguay

 

Este proyecto comenzó a tomar forma a partir de 1996. Se trataba de un páramo ubicado en la periferia de la ciudad. El lugar servía de botadero de escombros y contaba con una pequeña zona fangosa. Sobre el terreno, que era sumamente plano, había un grupo de eucaliptus y algunos grupos de sauces. El clima es lluvioso y está marcado por la influencia costera del Río de la Plata.

Los socios propietarios decidieron darle valor al sitio, con la idea de construir allí sus propias viviendas. Ello aún no ha ocurrido y el lugar se mantiene como un reducto protegido.

Bajo la dirección del agrónomo Nicolás Delfond, se habilitó una laguna y se plantaron muchos sauces, cipreses calvos y algunos encinos, elementos existentes cuando recibí el encargo.

Inicié el diseño considerando los elementos existentes: usé el grupo de eucaliptus como telón de fondo, rediseñé la primera laguna para entregarle diferentes situaciones de luz y sombra, distintas vistas, más misterio, y reubiqué muchos de los cipreses calvos que habían sido plantados en línea en el borde de la primera laguna. Con esto aumenté y potencié las mismas especies dispuestas en grupos, para que adquirieran en masa las proporciones a escala del lugar y para conseguir la unidad en un proyecto de grandes dimensiones.

Con la finalidad de otorgarle carácter propio al lugar, introduje dos especies de  palmas nativas: pindó y butia. También recurrí a una cantera vecina y obtuve piedras de gran tamaño a la escala del paisaje, que se instalaron para armar nuevos espacios de borde con pastos y juncos acuáticos.

La segunda laguna la proyecté separándola de la primera con un brazo de tierra que hace las veces de puente. Allí predominan las palmas pindó asociadas con alcanfores y pitosporos tobira. En la ribera repetí rocas y gramíneas, formando el nexo entre la tierra y el agua, todo lo cual estableció la lectura de un entorno natural.

Surgió entonces un nuevo paisaje, en el que destacan los rojos oxidados del ciprés calvo en otoño y los elementos propios de la naturaleza uruguaya: sauces, palmas, juncos acuáticos, gramíneas y rocas que le dan carácter y unidad al lugar.

La tercera laguna se abrió potenciando un grupo existente de añosos sauces, a cuyos pies incorporé un sotobosque de pastos que crecen en forma espontánea y que transmiten la idea de un humedal muy verde y muy íntimo. El espacio también se potenció con la incorporación de los rojos dramáticos y otoñales de los rus y los acer rojo.

Al recorrer el parque uno bordea las lagunas, se adentra en las arboledas y avanza bajo las bóvedas verdes y luminosas de los sauces y de los enormes timbó. En algunos tramos no hay huella, sino que el paseo continúa sobre los pastos rústicos recortados. El caminante puede asomarse por las ventanas dispuestas hacia las lagunas y percibir los matices luminosos del cielo reflejados en sus aguas oscuras, puede desplazarse tocando la sutileza del follaje liviano de los cipreses calvos, cuyas ramas bajas descansan arqueadas sobre el suelo, o verse envuelto en la fragancia dulce de los pitosporos tobira durante la primavera. Podrá sentir los vientos leves, la humedad, y percatarse de la cercanía de las aves, tanto las que permanecen en los árboles como las acuáticas que cruzan las lagunas o descansan agrupadas en las orillas. Todo esto induce a la contemplación y a la conexión con un mundo extenso.

Aquí se construyó un sitio donde la naturaleza se expresa libremente, de manera silvestre, un lugar donde la fauna llegó por cuenta propia. Paulatinamente, las diversas voces de los pájaros fueron habitando este gran oasis ubicado en la pampa de Montevideo.